20 noviembre, 2008

MUERTE AGUA


Seria bueno vivir cerca de un puerto marítimo
porque allí la madera se perdió hace tiempo.
El mar la invadió y ahora es una esponja
Disolvió las celdas y los anillos
en humo, neblina de puerto y vapor.
La madera está sumergida y rodeada por agua segura de tanta agua.
La madera, seca hace tiempo, con la savia apretada
sin memoria, no recuerda cuando era un árbol.
A veces el mar le sugiere la lluvia, la gaviota el tordo.
Pero no es ella. Ni siquiera queda el suelo.
Convertida en barco no distingue sus raíces.

Es bueno vivir cerca de un puerto marítimo
aunque no es tan bueno que sea en un hospital.
Aquí, en mi habitación, no hay madera.
Las barras metálicas tienen las huellas de dedos que vinieron a verme y reflejan la cara de mi madre que se perdió hace tiempo en los agujeros negros que se abren en los pasillos de los hospitales que interrumpen y posponen todo.
Muerte agua.
Suero salino, bata verde, anillo en la muñeca, oxigeno.
Ninguna de las dos se acuerda.

1 comentario:

Javier Sales Melgarejo dijo...

Me encanta. Y ese acantilado tiene que ver con el agua y con la muerte.
Besos